jueves, 16 de octubre de 2008

Final abierto

.
.
Nos conocimos sin conocernos,
nos quisimos sin querernos,
nos abrazamos sin abrazarnos.
Fuimos lo que fuimos,
sin saber siquiera qué éramos.
Pero algo fuimos hasta que dejamos de serlo.
Fuimos amigos, amantes, colegas,
fuimos compañeros, camaradas,
fuimos caricia para el alma y
sobre todas las cosas fuimos abrazo.
Fuimos lo que el otro necesitaba que
fuéramos hasta que dejamos de necesitarnos.
Y entonces dejamos de ser eso que éramos,
para pasar a ser recuerdo.
Te recuerdo por lo que fuimos y
por lo que quisimos ser.
Y mientras te recuerdo, te espero.
"En algún lugar te espero" te escribí alguna vez.
Ahora corremos con una ventaja.
Ya sabemos dónde esperarnos.
Y si la casualidad se resiste a encontrarnos,
entonces siempre nos quedará el recuerdo
de lo que fuimos y de lo que quisimos ser.
Pero siempre teniendo presentes
las palabras de nuestro amigo en común
"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió"
.
.
.
.
.
.
.
Gracias por haber sido ajeno, y por haber dejado de serlo.
Gracias por haber sido todo lo que necesité que fueras.
Gracias por no haber sido todo lo que quise que fueras.
Gracias por jugar conmigo a la comedia romántica.
Gracias por compartir conmigo este final abierto.
.
.
.

No hay comentarios: