lunes, 13 de abril de 2009

Fútbol para mí.

No sé cómo se juega, no sé cómo se evalua, no sé todas las reglas, no sé cómo se dirige, pero así es como lo siento y como lo vivo:

Los sábados por la tarde:
"Fútbol Eterno"

Ellos juegan por el honor y la amistad. Por el honor de la amistad. Dejan todo para demostrar con buen fútbol que no sólo triunfa el equipo que mete más goles, sino también el equipo que es más equipo, adentro y afuera de la cancha. Y yo, a un costado, grito los goles de Los Eternos de la 26. Que son los goles de mis amigos.

Los domingos por la mañana:
"Fútbol Popular"

Jugamos todos en la canchita de Iriarte, en el barrio de Zavaleta. Juega el barrio con el barrio contra el barrio y los de afuera también. Sentados en ronda, pautamos las reglas entre todos y entre todos las hacemos valer. Gritamos todos los goles, que son los goles del barrio y de la educación popular. Los goles más poderosos.

Los domingos por la tarde:
"Fútbol Espectáculo"

En la San Martín alta o en la Popular, de visitante, en casa o en un bar, lo de River siempre es fútbol espectáculo. Espectáculo de buen juego algunas veces, de mal juego otras tantas, de juego mediocre las demás. Pero siempre, siempre, siempre, espectáculo de sentimiento, espectáculo de pasión, y sobre todas las cosas, espectáculo familiar.

De lunes a viernes en el post comedor:
"Fútbol de recreo (O recreo de fútbol)"

Desordenados, mezclados, transpirados y acalorados juegan los 2dos y los 3ros grados. Se golpean, lloran, se quejan, reclaman, pero aunque sea ese rato, el fútbol es una forma de que jueguen todos y jueguen juntos.